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En los últimos años, la producción y comercialización de la energía está experimentando una gran diversificación. Ambas fases de la cadena de valor se han fraccionado con la entrada de diferentes actores.
Además, la incorporación de las renovables como sistemas limpios y sostenibles de generación de energía está transformando la producción, que ya no solo se limita a la obtención de energía a través de recursos fósiles.
El auge de las energía renovables en general, y la energía solar en particular, está permitiendo al consumidor final unirse a la autoproducción y el autoconsumo en la empresa y en el hogar.
Se trata de un acuerdo entre dos partes: un generador o productor de energía y un comprador o comercializador de la misma.
Mediante este acuerdo contractual, uno produce electricidad a partir de una energía renovable como es la energía solar y el otro la consume o la comercializa.
Este contrato se fija para un período de tiempo largo y el contrato entre ambas partes definirá mediante consenso los plazos de entrega, los plazos de pago, el tiempo del contrato etc.
Con este tipo de contrato la parte del generador se garantiza ingresos con los que poder financiar sus proyectos y así de forma progresiva contribuir con el desarrollo de más instalaciones. Los ingresos garantizados provienen de la venta a un precio estable de la energía que produce.
Por su parte, el comprador tiene la garantía de adquirir electricidad a un precio estable más competitivo que el del mercado tradicional.
Como señalamos en el apartado anterior, en este contrato intervienen dos actores: el generador y el comprador. En este sentido el comprador puede tener diferentes objetivos. Veamos los tipos de compradores que hay en el PPA según su objetivo.
Se trata de aquel consumidor que usa directamente la energía producida por la instalación. A partir de ese momento deja de demandar energía de la red. La instalación es montada ex profeso en sus instalaciones (hogar particular o empresa).
Es el desarrollador quien lleva a cabo la inversión, el montaje y diseño y además mantiene la instalación. El precio de la energía producida es más barato que la ofrecida por la red y cuando el contrato PPA finaliza, la energía es gratuita y la instalación pasa a ser propiedad del cliente. A este tipo de PPA se le denomina PPA onsite.
Se trata de una distribuidora de electricidad que contrata energía por PPA. De esta forma, adquiere electricidad de manera más económica para revender. Es en este caso donde se dan los tipos de PPA offsite, que se caracteriza por ser un contrato asociado a una instalación solar conectado a la red de distribución del país.
Dentro de las tipologías de PPA offsite, hay diferentes tipologías según el punto y la forma de entrega:
Desde el punto de entrega están los siguientes tipos de PPA:
Desde la forma de entrega se distinguen los diferentes tipos de PPA:
Para ambas partes, los contratos PPA suponen una serie de ventajas.
Para el productor-desarrollador tienen las siguientes ventajas:
Para el cliente, un contrato PPA supone una serie de beneficios que vemos a continuación:
¡Da el salto al autoconsumo con un contrato PPA y hazlo de mano de EnchufeSolar!