10 consejos para el ahorro energético

El ahorro energético es cosa de todos. Es un esfuerzo individual por reducir la huella contaminante que, sumado al esfuerzo del resto, produzca un mayor impacto.

Se trata de una optimización de la producción y uso de energía, no solo de ahorrar por su falta de uso. Además de favorecer al medio ambiente, quien siga estos consejos también se beneficiará del ahorro a nivel económico. Las facturas energéticas podrían bajar hasta un 20%.

Ahorro energético de calor

Ventilar la casa tan solo unos 10 minutos por la mañana. Es el tiempo idóneo para que haya un cambio en el aire viciado.
Tener un buen aislamiento en puertas y ventanas. Usar ventanas dobles o de cristal ancho y asegurarse de contar con burletes que sellen bien para evitar fugas de calor.
No cubrir los radiadores u otras fuentes de calor. La energía irradiada no debe encontrar obstáculos a su paso. Es decir, no entorpecer con muebles. A mayor demanda, mayor oferta y menor ahorro energético.
Mantener la temperatura de la habitación a un rango adecuado a la estación en la que se encuentra. Durante el día será algo más alta y por la noche un par de grados más baja, siendo la mínima óptima los 15º. Hay que ayudarse de mantas y edredones para llegar a esa temperatura, pues cada grado aumenta en un 7% el consumo de energía.
Reducir el uso de agua caliente siempre que se pueda. Ya sea al lavar los platos o al reducir el tiempo de las duchas. También es recomendable evitar largos baños. Para disponer de agua caliente más tiempo se puede ayudar uno de energía solar térmica por paneles que la almacenen. Poner perlizadores y reductores de caudal en grifos y un doble pulsador en la cisterna del váter, ayuda.

Ahorro energético de electricidad

Usar electrodomésticos de clase A. Nevera, lavadora, congelador, aire acondicionado… Es una pequeña inversión el cambiar a estos electrodomésticos pero supone una gran diferencia a la larga. Un electrodoméstico de clase A ahorra un 55% de energía respecto de uno de clase más baja.
Usar el lavavajillas. Gasta menos agua y electricidad que lavar a mano. Usarlo siempre a plena carga, al igual que la lavadora, optimizando así su uso.
Desconectar todos los aparatos posibles por la noche. Un ladrón con muchas conexiones hará fácil este trabajo. Con tan solo pulsar un botón podrás desconectar todos los aparatos que no se usen y posean el piloto rojo de encendido. Por acumulación, esos pilotos pueden llegar a sumar un buen % en la factura mensual.
Cambiar todas las bombillas por unas de bajo consumo. Esta inversión es de las mejores que se pueden hacer. Es casi obligado ya que consumen hasta un 80% menos. En caso de necesitar más luz se pueden poner varias. Incluso un cambio a iluminación LED completo sería mejor.
La medición del gasto y proponerse bajar la factura mes a mes con pequeños gestos debería ser el paso lógico. Hay medidores que ayudan a saber cuánto estamos gastando para tener un ahorro energético mayor.